Eficacia frente a los "alunizajes" con maza en las joyerías
Con lamentable frecuencia asistimos al hecho de que los "aluniceros", consiguen su propósito antes de que llegue la policía, con la consiguiente desesperación de los joyeros, su creciente desconfianza hacia la seguridad en general, y un profundo sentimiento de impotencia, que en algunos casos, les hace plantearse su continuidad en este tipo de actividad empresarial, aún siendo una vocación familiar mantenida a través de varias generaciones.
¿Por qué está ocurriendo esto?
No entrando en las cuestiones de fondo de los actos delictivos en general, en las que podemos encontrar componentes de tipo social, económico, legislativo y judicial entre otros, expondré las dos causas que a mi juicio son determinantes para que los establecimientos de joyería y alta relojería, sobre todo, sean los mas castigados por los robos.
La primera, por el permanente interés que tienen los delincuentes por las joyas y los relojes de gama alta, dadas sus especiales cualidades y características:
En el caso de las joyas:
•Pequeño tamaño.
•Alto valor económico de los materiales y el diseño.
•Su valor al peso, no se deprecia.
•No se degradan con el tiempo.
En el caso de la alta relojería:
•Comparten con las joyas sus cualidades y características de tamaño y valor económico, y si por un lado son mas vulnerables a los cambios de la moda, por el otro poseen el valor añadido, en el caso de determinadas marcas, de estar considerados como un símbolo o muestra de un alto estatus económico y social, razón por la cual en muchas ocasiones, son incluso preferidos por los delincuentes respecto a las joyas.
La segunda, por que no se plantea como un todo funcional, la instalación de los medios materiales de seguridad, electrónicos y físicos.
Dichos componentes activos y pasivos, deben concebirse como un conjunto, cuyas partes deben funcionar coordinadamente entre si y no separadamente.
Por ejemplo, de poco sirve disponer de un sistema de alarma y aviso de robo conectado con una central receptora, si antes de verificarla y comunicarla a la policía, los delincuentes han logrado acceder al interior del escaparate, por la escasa resistencia de los cristales al golpearlos con una maza, o incluso por haber detenido el descenso del cierre eléctrico exterior mediante la interposición de una barra de hierro.
La solución para evitar esta situación, viene de la mano de dos acciones complementarias, que tienen como común denominador el factor tiempo:
1.Aumento del tiempo de resistencia a la rotura, de los elementos de cierre de los escaparates.
2.Disminución del tiempo del proceso de transmisión – verificación de los avisos de alarma, hasta y desde una central receptora
¿Cómo?
Mediante las tres acciones siguientes:
1.Aumento del tiempo de resistencia de los cristales de seguridad de los escaparates.
2.Reforzamiento del efecto barrera de dichos cristales, con el complemento de cierres o cortinas de seguridad interiores.
3.Reducción del tiempo empleado en el proceso de transmisión – verificación de la alarma.
¿Es esto técnicamente posible?
Si, lo es.
¿Cómo?
1.En el mercado nacional e internacional existen actualmente cristales blindados contra el impacto manual con maza, que garantizan mediante certificados de laboratorios oficiales de materiales, un tiempo de resistencia a la rotura, suficiente para la llegada de las fuerzas policiales en circunstancias normales.
2.En aquellos establecimientos en que sea posible su instalación, por la configuración de los escaparates, deben instalarse cierres o cortinas de seguridad interiores, entre los cristales y los objetos expuestos, con accionamiento electromecánico asociado a la detección de la rotura de los cristales.
El hecho de instalar cierres interiores además de los exteriores, es por que generalmente los “alunizajes” con maza, se producen en horas de apertura al público, cuando los cierres exteriores están subidos y cuando los objetos de venta están expuestos en los escaparates, ya que cuando se cierra el establecimiento, estos se recogen y se guardan en una cámara acorazada o caja fuerte, con lo que la dificultad para robarlos es mayor.
Por otra parte, como ya he dicho anteriormente, la eficacia de los cierres eléctricos exteriores queda anulada por los delincuentes, al interponer barras metálicas e incluso un astil de maza, para detener el descenso de los mismos.
3.La reducción del tiempo empleado en el proceso de TRANSMISION y VERIFICACION DE LA ALARMA, puede realizarse de la forma siguiente:
En la fase de TRANSMISION, mejorando la seguridad asegurando y aumentando la velocidad de la comunicación.
Para esto, además de los actuales productos y servicios de los diferentes operadores en telefonía, hay en marcha un importante proyecto por parte de un departamento universitario de I+D en la Comunidad de Madrid, dentro del marco de colaboración Universidad – Empresa, aplicado a la seguridad.
En la fase de VERIFICACION, aumentando la transmisión de información desde el establecimiento a la Central Receptora, mediante la incorporación de señales de video y audio, para complementar las de datos de alarma , y permitir la visualización y audición de las acciones delictivas , con lo que la VERIFICACIÓN de la alarma desde la Central Receptora, sería inmediata, sin ningún tipo de protocolo siempre y cuando que un mismo operador reciba en una sola pantalla, el aviso y la visualización de la alarma, complementada con la señal de audio.
Con ello se mejoraría incluso el cumplimiento de los artículos 48 y 49 del Reglamento de Seguridad Privada, modificados parcialmente según el R.D. 1123/2001.
Estas prestaciones son también parte de los contenidos del proyecto de I+D mencionado anteriormente, y que se enmarcan en la implantación de las nuevas tecnologías, su mejora, y el abaratamiento de costes para hacerlo asequible a las Pequeñas y Medianas Empresas (PYMES) en general y al sector de joyería, platería y relojería en particular, por su especial riesgo de robos y su obligación legal de disponer de medios y medidas de seguridad.
Como resumen, quiero destacar que es imprescindible la coordinación de los medios físicos y electrónicos, dentro de las soluciones a las necesidades de seguridad.
Cuando un joyero necesita seguridad, esa seguridad es integral, y no admite parcelaciones. No tienen por que contratarse los cristales blindados por un lado y el sistema contra robo e intrusión por el otro, por que luego cuando el empresario se queja, con razón, de la falta de eficacia de la seguridad en general, cada instalador argumenta que lo suyo funcionó y que probablemente fue la otra parte, física o electrónica, la que no actuó en tiempo suficiente o adecuado.
Un reto de soluciones completas y "llave en mano", se plantea para las empresas de seguridad que trabajan en nuestro país.
Un reto al que ya algunas empresas están dando cumplida respuesta, y un referente de actuación futura, que determinará quienes son capaces de proporcionar soluciones adecuadas y quienes no.
José Luís Gómez Calvo
Asesor de Seguridad del Gremio de Joyeros de Madrid
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